Las intensas lluvias que se registraron durante este fin de semana tendrán continuidad en las próximas horas. La provincia de Málaga se encuentra desde anoche hasta las doce del mediodía de hoy en alerta naranja ante la previsión de que puedan hasta caer hasta 30 litros de agua por metro cuadrado en una hora y 90 en doce horas. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), las precipitaciones más fuertes se producirán en la Serranía de Ronda, la Costa occidental y el Valle del Guadalhorce. Asimismo, tanto la capital como la zona norte de la provincia permanecen en alerta amarilla.
Desde la medianoche hasta las ocho de esta mañana, la lluvia ha dejado 32,6 litros por metro cuadrado en Ojén; 27,2, en Casarabonela; 23,8 en Villanueva de la Concepción; 23,2 en Coín; 20 en Colmenar; 19,8 en Alfarnatejo; 19 en Estepona; Málaga (zona Cónsul) 17,2; Málaga (zona Puerto) 14,6; Ronda, 15 y Torre del Mar 13,5 litros por metro cuadrado, entre los datos más destacados registrados en la Agencia Estatal de Meteorología.
Especialmente pendientes del tiempo estaban ayer en Mijas. Sobre todo en el polígono industrial La Vega, donde llueve sobre mojado y la madrugada del domingo volvieron a anegarse un centenar de naves, las mismas que el pasado mes de febrero y también hace justamente un año. Por fortuna, esta vez no hubo que rescatar a ningún trabajador debido a que la crecida del río Fuengirola se produjo de madrugada. Y menos mal, porque en esta ocasión el agua superó el metro de altura en algunas naves, siendo las más perjudicadas las ubicadas en la zona central al ser el punto más bajo. Esta vez, de nada ha servido la medida preventiva de colocar la mercancía a unos 30 centímetros del nivel del suelo cuando arranca la temporada de lluvias.
Todavía es pronto para valorar los daños, aunque basta con echar un vistazo en el interior de algunas empresas para saber que serán cuantiosos. Desde la mañana del domingo, los empresarios de esa zona industrial trabajan a destajo achicando agua y limpiando el lodazal en el que sus negocios han quedado convertidos. Los únicos beneficiados, a priori, eran las familias que con una furgoneta se acercaban a los negocios de alimentación para aprovechar la mercancía.
«El problema no es que tengas que tirarlo todo, sino saber que esto iba a ocurrir tarde o temprano. Nuestra frustración es muy grande porque vemos que esto se repite una y otra vez sin que se busquen soluciones. Causa de fuerza mayor es cuando sucede una vez, pero no cuando pasa tres o cuatro veces al año», se lamenta Ramón Romero, que regenta una empresa de pinturas y lacados que amaneció el domingo con un metro de agua. A tenor de los destrozos causados y lo que le dice la experiencia de sucesos anteriores, cifra las pérdidas en unos 150.000 euros.
La historia se repite
El malestar en el polígono es generalizado. Son muchos los que aseguran estar cansados de que «siempre se repita la misma historia», y así lo harán saber en la reunión prevista para esta tarde-noche entre los empresarios del polígono. «Somos 125 negocios que luchamos para salir adelante y estamos dejados de la mano de Dios», se queja Diego Díaz mientras intenta poner algo de orden en su carpintería. «Es algo que no debería pasar, pero pasa cada año sin que el Ayuntamiento haga nada», afirma Rubén Conejo, otro de los afectados.
En este sentido, el presidente de la comunidad de propietarios de La Vega, Carlos Pinto, advierte de que encontrar una solución «no es fácil» dado que el polígono está situado en una zona inundable y «el agua tiene que seguir su curso». En cualquier caso, los empresarios están dispuestos a alzar la voz y se habla incluso de organizar algún tipo de movilización, aunque todos los pasos a dar se consensuarán en la reunión de hoy.